Era una bruja que vivía en lo oscuro del bosque. Específicamente, dentro de una choza rodeada de pinos frondosos. Por lo general, me mantenía recolectando los frutos siniestros del bosque y cazando a los campesinos que pasaban por allí. Los días de suerte realizaba hechizos y maldiciones a cambio de murciélagos muertos, pájaros sin cabeza, ranas digeridas y sapos pisoteados. Los cuales formaban parte de mis horripilantes comidas.