Después de cenar levantábamos la mesa con gusto
todo estuvo exquisito
Para dormir me leías un cuento
que terminaba en las páginas
pero seguía en mis sueños.
Toda la infancia dibujándote orillas
que abrazan grandes ríos.
Toda la infancia coloreando frutas
que alegran la sobremesa
Toda la infancia poniendole tu nombre
a tus enseñanzas,
para devolverte algo de aquellos cuentos
que me leías después de cenar
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